Tuvimos que habernos llamado Dolores,
para hacerle justicia al daño y al sueño.
Al insomnio.
Juglares en los congales sin dueño,
bote gastado de maquillaje de mimo
los tiempos duros tatuados en la pluma
y sangre desbordándose del cenicero.
Eso somos, debimos llamarnos el aguacero.
Lola Dolores, marco dolores, Dolores Zárate,
José Jesús María todos dolores
los reyes magos que nunca llegaron a la casa de la criada,
toda la influenza porcina que enrosca la cola,
la opinión, el presupuesto, los consejeros del IFE
todos se llamaban Dolores.
(Tus ojos, no vayas a cerrarlos nunca.
Tú y yo
somos la tristeza.)
Rechinando los dientes mientras dormimos,
pintando,
escribiendo,
juguetes novedosos rotos de la cuerda,
sudando,
gimiendo
hablando de las putas con sonrisas ensayadas de bohemios
presumiendo los orgasmos de cartón,
en fin
ensoñando volcanes erupcionando mierda,
¿qué más es, hoy en día, el noticiero?
Este corazón ya no sirve.
Pero tú creías que Raúl era el único ciego.
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2 comments:
Aló. Gracias por seguir mi blog.
Ahora he decidido que sea privado para evitar intrusos y visitas no deseadas. Te pido me des alguna dirección de correo electrónico para invitarte y que puedas entrar a visitarme.
Muchas gracias!
Un beso.
Mr. MV
Podria conocerlo en persona?
Es ud adicto a los besos?
sus escritos acarician mi cuerpo..
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