Sunday, November 30, 2008

Hormiguitas Desmembradas (2006) samplex4

Así como los habitantes del sol
se conforman con suponer la vía láctea.

Entre tus muslos
en las callejas de tu baja espalda
cualquier relámpago blanco
palidece.

Cuando prendo un cigarrillo después de prender tu piel desnuda
lo que en realidad quiero saber es si he quedado ciego.




----------------------------------------


----------------------------------------

Estrella Polar

Inolvidable su rostro;
y el ceño fruncido
cuando mientras conducía aquel auto,
le confesé que no,
que no me parecía que sus aretes fuesen copos de nieve.

De cualquier forma
los copos estaban o tuvieron que estar en algún lado.

Pero yo entonces ignoraba
que ella toda
era el invierno.


------------------------------


-----------------------------


Algo no Divino.


Estábamos ahí,
tendidos en el suelo,
desposeídos de nuestros cuerpos,
ya, a penas, la percepción.
Los ojos más nublados
que luciérnagas en agonía,
ni siquiera la locura,
rotos, desde las alas
hasta la más primaria sensibilidad,
casi nirvana,
poquito más acá del dolor.

Teníamos sueño y frío,
a sangre helada corría el olvido
como el azul profundo
corre esta noche estrellada.

Un segundo es corto por definición
pero eterno de ser indefinido.
Estábamos tú y yo
de pronto en el mundo.
Nunca supe la mujer
hasta que cayó
en mi cuerpo una lágrima.

Entonces volví el rostro,
horizontes grises, el cielo lejano
y comprendí resignadamente
que tú y yo somos ahora
nada más que ángeles caídos,
desterrados del infinito,
dejados a nuestra suerte,
unos condenados al amor.
que somos en fin

algo no divino.


---------------------------------


---------------------------------


Otro Crepúsculo.

El sol entra a la noche
sin fuego,
como un ciervo fluorescente
nos atraviesa los ojos.
La luz penetra
este segundo que respiro,
sin viento que mueva la hora,
que seque la miel
derramada en el cuerpo.

No.
yo no puedo creer que esto sea día,
ni que aparezca la aurora
porque se mueva un péndulo. No.
Este ejercicio del sol no es sino otro ocaso
y así como un ave no hace primavera
al amor no lo hacen
cien, miles, millones
de labios.

Saturday, November 29, 2008

carroñita


Entre el predador y el parásito tú eliges, dijeron. Y yo alérgico como soy a las convivencias, Carroñero, contesté.

Tuesday, November 25, 2008

Las Dimensiones del Espejo (2004) samplex3

Narciso.


Quien lo conoció bien lo supuso enseguida:

No era Narciso en la horizontal del lago que se ahogaba.Era Narciso en plena vertical, haciendo el amor.


-----------------------------------




------------------------------------


Sands of Time


Grano
a grano
a grano
con precisión desmorono
los imprecisos relojes de arena
y de eso hace tantas,
tantas
pero tantas horas
que me veo en una playa privada en la que flotan boca arriba
muertos segundos,
barcos despedazados,
aquí no hay sirena.

La noche secuestra en su oscuro abrazo
y en esta playa no hay sirena,
el silencio me arranca de un beso el labio
y en esta playa no hay sirena
hay:
gaviotas y petróleo
delfines y redes
habemos yo y tu ausencia.

Yo y todo el silencio de ti,
toda la oscuridad de ti y yo
sin sol, sin vela, sin relámpago
(esto, y se entiende,
es un naufragio
nunca un poema.)


--------------------------------------




--------------------------------------





Ensayo de Reflejo Propio Sobre un Espejo Ajeno.


Con un beso
abro las puertas de la noche que dormitas
como un jaguar tendido
en ramas de árboles con frutos que son silencios.

Con un beso
abro la noche que eres
y exprimo bien
las últimas gotas de luz al cigarro que todavía
define algunas cuantas formas a medio fundir.

Con un beso humilde
como el cortejo de las aves
para que tu respondas.

Giras en torno a la oscuridad
-negativo y girasoles-
yo te encuentro y te desencuentro en mí,
cuando en los momentos más agitados
cierras los ojos, ensimismándote, tanto
que te pareces al espejo de tu olvido.

¿Por qué mujer, me olvidas dentro de mí?
será que me proteges de la voracidad en tus ojos
o será, que vienes a mostrarme que tanto el amor como el desamor
tienen un antecesor común:
la nada.

Monday, November 24, 2008

Por Favor, Deje su Mensaje (2005) samplex3

Envidia de las Piedras.

Todavía sin sueño,
sin frío todavía.
Paso descalzo por encima de los cristales.

Pasan adioses con vestidos de mujeres,
los adioses y las heridas
y las cafeteras frías, apagadas,
las manecillas más lentas al atardecer.

No sé si sea virtud o desgracia
ser de los que no se movían de su sitio
durante los intermedios programados
por las sirenas que ofrecían recitales.

¿Pero qué más hago? si a fin de cuentas
lo único que esta mano no pudo soltar,
su única hambre, era una rubia blanca
que venía en paquetes de 20 iguales
y se leía en su sudadera roja:
“dejar de fumar reduce importantes riesgos en la salud”
cáncer, enfisemas pulmonares.
Pero riesgosas son todas.

Ronronea a cuentagotas
mi suicidio domesticado.

Debí haber hecho como el corazón
que se me murió de una sola vez: la tumba dice Ana.



Si te lo encuentras mañana
o ayer
y te escribiera un poema
o te endulzara el oído,
sépase desde luego que se escucha,
que se ve,
que no se palpa, es un fantasma
un aparecido.
Yo sugiero que se le trate como se haría
con un anciano
o un loco o un niño.

Debí hacer como el corazón y quedarme callado,
o como la esposa del marino muerto
que ató a una piedra la barca.
Una piedra así
trasciende todo lo que metafóricamente puede pensarse de las piedras
mientras la barca adquiere un sostén.

Debí morirme sin decir nada, ya sé
pero escribo porque me incomoda realmente esta hoja en blanco,
o para desestresarme de Elisa que mete líneas en las mentiras
e incluso párrafos.

(yo sugiero que no se acredite a mi poesía
o que se piense en ella
como en una plañidera
que trata de recordar bien a bien de qué velorio es que se trata)

Me resulta tan incómoda esta hoja en blanco
que me obliga a levantarme e irme de la mesa,
tal como hice aquella vez
que me vi discutiendo sobre cicatrices
con un hemofílico y una modelo.

Y sí, envidio por todas las causas a todas las piedras.

---------------------------------------------------



--------------------------------------------------
Otras Medidas.



No importa cuántos cuerpos
tengas encima del cuerpo,
ni cuántas palabras de amor verdadero
consten en el inventario de tus cicatrices
(muy bien si fueron ninguna, muy bien si fueron cientos.)

Eso, de veras que no importa,
el transcurrir de los corazones
se mide sólo en soledades.


-------------------------------------



-----------------------------------------

No Estoy para Nadie.


Como siempre,
no estoy bien a bien seguro de quién soy
pero sé lo que he sido.

Fui carta cobarde ahogada en el río,
una tetera no – made – in – London
a las cinco de la tarde:
quizá sí la lluvia tranquila,
sí siempre la lluvia con frío
siempre brisa inesperada
sin besos con leña,
sin paseos nocturnos con abrigo.
Aprendiz de luciérnaga:
la lluvia sí, no Londres y sí también el frío.

Yo sé que esto
salido de la mano del hombre, no es poema
(más que el perro, el hombre
mordió la mano del hombre.)
pero yo escribo...
porque sé que no hubo letrero
en cuaderno alguno de secundaria
en el que figurase mi nombre
ya sea bordeado por caprichosos corazones
o bordeado en el vacío.

Sé bien que no hubo mujer
(que además de conocerme)
quisiera soñar conmigo:
quizá alguna muchacha en Arabia o China
que soñó con marco villa
despertara a su madre a las dos de la mañana
diciendo: “Mamá, tuve una pesadilla:
que triste el hombre común de occidente
y cuán sombrío.”
No China, el honor a veces, nunca el sacrificio.
Pero yo tampoco soñé una mujer
(de noche no puedo dormir por la fuga de ideas
pero no culpo a las ideas,
si yo pudiera también...
me fugaba de mí mismo.)

Como siempre, no sé quien soy
y sin embargo estoy seguro de lo que he sido,
un ala en huelga de colibrí,
una mancha de tinta
sin copia al paraíso,
un beso en moratoria
(la lluvia sí, no Londres, ¡qué frío!)

Como siempre no sé quién soy
pero sé lo que seré, algo así como
la sumatoria de todo el olvido
de la gente que conocí.

Poemas Sueltos 2003

Del Nombre Propio.


Y el presagio fue insometible...

las palabras removieron sus significados y ataduras
y su piel fue bella, frágil y peligrosa
lo mismo que el silencio.

Las palabras salieron de la boca
y la verdad que decían
las hizo indomables y nerviosas
como una cuadrilla de caballos ciegos.

Te llame: “amor”
y entonces
fue como devolver al nido
las plumas de un pájaro extraviado
hace cientos de años.

Te llame: “amor”
y las rosas
torcieron el filo de sus espinas
hacia dentro,
no con poco dolor,
para quedar bien prendidas en el sitio de tu mano.



--------------------------------------------------------






La Sombra que Puebla la Noche.

Sucede que hoy,
a través, de las calles van difundidas
miradas fundidas
y ni la colección de viejos soles
sortea los eclipses actuales.

Sucede que las pesadillas
toman cuerpo, pasean por las aceras,
colonizan las esquinas,
los baños públicos,
las puertas del cielo.

No, ya todos los gatos grises
color madrugada
que embrujaron el tejado
se extinguieron.

La sombra se adueñó de la noche
y camina campante
aun cuando haya amores que se asoman
desde su reja
y le ladren al paso.

La sombra no es la noche
es un ramo de besos marchitos
un inventario de piel caduca
un agujero en el corazón
que reventó sus parches de olvido.

Thursday, November 20, 2008

Por Mi Calle (2005) Samplex2

Quisiera Decir.


Quisiera puntualizar
que no pretendo ser de esa clase
de poetas profundos
que odian a Arjona y aman a Silvio.
No quiero hablar de Marx
poniendo cara de serio
como si de veras estuviera con eso
queriendo decir algo.

Prefiero más bien;
ser descarado que hipócrita,
por lo que a mí toca
que se caiga Europa
antes que quiebre la Marlboro.

Y que si Cuba esto y la Globalización lo otro.
Que hagan lo que quieran mientras puedan
(todos hacen lo que quieren
de encontrar modo.)
Yo sólo digo que pongan sus ideas
junto a un tapete,
y luego medimos
cuál termina con más lodo.

Habría que hablar de la libertad demócrata
de la solemnidad comunista,
pero para cuentos así me gusta más el de pinocho,
al menos es más clara la moraleja sobre las mentiras.

A la izquierda caras largas y envidiosas
y el baño, a la derecha bien al fondo.

Un dos tres por mí y por todos los del gabinete.

Ya para terminar, siento la responsabilidad
de hablar bien de algunos conceptos:
digamos amén, nintendo, habano
y por su puesto:
que viva el América.


-------------------------------------------------



María.


Llévame al trigal María,
allá a la tierra
donde la tierra nos partió las manos,
y molamos el maíz,
y carguemos en la espalda a todos los niños de brazos.

Llévame a ese otro país María
ese otro, que también es este
y enséñame el nombre de sus plantas,
y revélame el secreto de sus dioses,
escucha María,
todavía se oyen las voces
que le quedan al corazón como huellas del pasado,
de cuando tu canción y mi canción
eran la misma.

Seamos el pueblo María
y reclamemos cualquier México,
pero sin botas, ni corbatas, ni pasamontañas:
que la verdad cuando es verdad
no tiene cara que taparse,
que la verdad si es que es verdad
sólo le teme al silencio, nunca a la muerte,
que la verdad de ser verdad
no esconde el rostro, ni al resto, ni el rastro.

(que nuestro grito María,
no sea forajido, sino revolucionario.)
Mejor llévame allá, María
pero tú, tú no vengas:
porque sino la coca - cola llena en tu mesa vacía,
niños tuyos vendiendo chicles en las esquinas,
y te identificas, a veces, con “Rosa Salvaje”
y nos crees ese cuento de la libertad.

No María, tú no vendas la patria,
ni la compres en los semáforos
con la cabeza agachada y la mano extendida.
No María, lo han dicho los etnólogos, antropólogos, sociólogos y demás pendejólogos:

Tú no tienes derecho a ser humana
ni a poner en tela de juicio tu papel de identidad nacional.

Erografías (2003) samplex2

Beso de Noche.



Labio
tras labio
tras labio…

La noche es un beso
que desemboca en tu tenue gemido.

Como un relámpago que parte,
atravesando
el eclipse de dos cuerpos.

Somos líquidos y de fuego;
la piel se derrite
cuando la caricia como río
toma afluentes,
palpitaciones,
instintos
que naufragan en tu aroma.

Labio
tras labio,
tras labio,

la noche es Eva,
dormitando
en colecciones de manzanas,
millas afuera del paraíso

donde cuenta frutos prohibidos

donde muerde al corazón.



-----------------------------------




Tu piel.





Escucho tu piel,
los cantos libres y salvajes de tu piel.

Huele a arena de un mar desconocido todavía,
a tierra húmeda, a sangre palpitando con la fuerza de río;
confundida y precipitada.

Sabe a fuego tu piel,
a gota de miel cayendo en el agua.
Y si se muerde deja una huella en la boca:
huella de miedo y de inocencia,
huella, idéntica a la que deja en el aire una plegaria.

Sabe a palabra acostumbrada tu piel,
sincera y sencilla como el pan de casa.
simple, real, genuina:
a verso de amor inscrito en los labios de una mujer que ama.

Parece el mar y el cielo:
el mar con luna de adiós
y sólo el cielo,
si alguien buscase en el cielo una mirada.

Se palpa como viento tu piel,
se toca con el aliento de un pétalo de rosa
en llamas.

Y amanece tu piel,
desafiando los límites de la verdad,
cruzando fronteras no permitidas para el sol,
y la luz del sol se deshoja
y la luz de tu vientre engaña,
porque tu piel es mentira:
mitad veneno y mitad de magia.

La toco y es fantasma tu piel,
tan suave, tan transparente, tan silenciosa,
que como el espejismo te toca, y no se toca nada.

Wednesday, November 19, 2008

Como el Aleteo de una Mariposa (2002) sample x3

I

(Cómo la Luz de Un Relámpago.)



Y entonces latirá tu luz en mi pecho,
sencilla y naturalmente,
protegiendo hasta la ternura, la sensibilidad más frágil
sin restar jamás su fuerza,
sin detener nunca su vuelo.
Y entonces tu luz latirá en mi pecho, libre y preciosa
como el relámpago late esta noche.
------------------------------
VIII

(Como la Palabra de Amor.)


Lo dijo Jaime, y bien,
es en el silencio que se cocinan las únicas palabras de amor,
saben decirlo, sin hacer del amante un cliché,
sin excavar en el amado, la promesa.

En silencio nace la palabra de amor,
porque, entonces, los ojos no tienen límites,
las miradas no saben fingir que se quiere de menos o de más,
sencillamente, casi por instinto, se enredan en el aire:
hasta enrarecerlo,
hasta el viento enloquecedor y enloquecido
hasta tocar y trastocar la otra mirada,
para fundirse y confundirse en sólo una.

Y así en el pecho apretado
crece un instante en el que no se puede respirar
y la única forma de mantenernos con vida
es seguir mirándonos hasta que el amor nos diga
esa palabra secreta
que entre toda la historia de los amantes
estuvo reservando tan sólo para nos.
-----------------------------
XI

(Como el Punto de lo Exacto)



El amor cuando viene
nos coloca en ese punto exacto de inexacta exactitud;
ahí donde se aventura a ponerle precio
al ramo de luz que le arranca el corazón al sol
(y viceversa)
para meterlo en una mano.

En el que puede distinguirse en las calles más pobladas
la boca que nos robó
el último beso de verdad que nos quedaba.

Ese espacio justo que le cambia el nombre a la raíz por tallo
y trueca el de tallo a flor.

Como ese segundo que anda descalzo y pueril
escondido del tiempo montado a una manecilla desenfrenada
que mantiene siempre vigente en el reloj:
ese instante de pensarte
y morderme un labio.

Monday, November 17, 2008

Siendo lo Sido 2003

SIENDO

LO
SIDO
I
(Yo Abro los Ojos)

Estoy en cama
abro los ojos,
miro el techo del cuarto
que no es el cielo.

No, fue sólo que abrí los ojos
no he despertado.

Busco un cuerpo,
miro en rededor, el vacío inconmovible
yo solo
y sólo
la cicatriz en mi costado.

No me doy cuenta en qué momento me perdí
pero eso no importa:

la resignación convierte

la incertidumbre en indiferencia.


No hay voces de mujeres,
o de niños o de gatos
que salten desde la calle
para alguna banqueta
o se metan a mi cuarto.

La lluvia no dejó de caer
y quizá están sacando de su casa el agua a cantaros
yo también hice, un día, el intento
de sacarme el agua del corazón a cantaros:
fallé
pero tampoco pasó nada.

Inhalo el cigarro con devoción;
los vicios se tornan religiones
cuando son lo único que le queda a uno.

Exhalo el humo
sin figuras definibles esta vez
y me acuerdo que hace tiempo que sé:
vida y muerte no son necesariamente excluyentes
las dos son infantilmente tercas ...
En las calles no cesa la lluvia
ni yo ceso
de respirar
cantaros rotos.
II
(yo soy)


Ser un inventario de ausencias
es ser de todos modos.

No dejo de serlo
por ser invisible.

No dejo de ser
por ser olvidado.
Yo pienso que soy,
yo soy porque,
pienso:
aunque luego
o antes
no exista.

Yo soy
porque el otro no es la vida
porque incluso la vida puede matarnos
(matarme a mano, desarmada
pero mía.)


Yo soy porque la soledad
es vivir
/ morir
es habitar esta noche
desamparada noche
sin testigos.
III
(Yo Estoy)


Yo estoy ...
no sé donde,
no sé:
quizá una vez olvidé cómo es estar perdido
y lo estoy,
quizá estoy justo donde debía
pero, cuál es la diferencia.

Yo estoy ...
No sé por qué.
Alguien dice a lo lejos:
“toma mi mano”, todavía
“toma mi mano, abrázame Marco;
tengo frío”

Entonces miro,
y mis brazos también a lo lejos,
han partido.
Seguramente el frío de este cuerpo
sin brazos, sin ti y sin nombre
(tú te robaste los tres)
va ha helarme la sangre pronto,
a helarme la voz también
y ya no alcanzarás tú a escucharme
desde lejos
cuando quiera decirte inútilmente,
con mi último respiro:

¿Tienes un cigarro?

u

“ol-vi-dame,
olvid-amé,
olvídame,
no ves que tengo sueño.”
IV
(yo me levanto)


“Marco levántate y canta”
aunque no quieras cantar,
aunque no sepas
mi Lázaro de cuerda.

Y corto el sueño más hermoso,
el frío del suelo quema o petrifica,
devolviendo mis latidos
de cuando en cuando.

Yo sé que vivo, pero no sé cómo:
en cama parecía un vivo muerto
y me dijeron: “Marco levántate y canta”
para que ahora parezca más bien un muerto vivo.

Yo supongo que eso está bien.

Así cadavérico móvil.
Pero no.
No voy a cantar.
V
(yo ando)


Yo ando
porque no quise cantar.

Ando porque me inquietan los relámpagos
que andan también
pero sin techo,
en pena,
luciérnagas desahuciadas,
desperdigados, perdidos,
como besos de prostíbulo
sin nada,
sin una referencia.

Yo ando tras los relámpagos;
me perturba su orfandad,
decido atrapar uno,
meterlo a una jaula da pájaro,
hacerle cantar, en fin,
darle un uso doméstico:

Enseñarlo a reventar en mis ojos
cada vez que tú me mires
para quedarme ciego
y no mirar que me miras, nunca...

Hacerlo estallar sobre mi cuerpo
para olvidarme siempre
de ese olvido de tus ojos
estallando.
VI
(yo salgo)



No sin antes mirar por la ventana.
Las gotas de lluvia enloquecen
quisiera estar sordo un rato
o dormido, o morirme al menos.

No hay estrellas que quepan en un dedo
pero voy a contarlas de todos modos:
son cero,
seguro también la lluvia las apagó.

Es mejor tocar que oír el agua
hay calles mojadas,
hay gentes mojadas,
hay gatos mojados.
Doy un paso
inhalo el cigarro
pero no fumo
seguro la lluvia lo apagó,
y sin el humo
no sé si siga respirando.

Así que tomo mi pulso
y miro un fantasma cruzar por la calle,
las gotas le atraviesan el cuerpo
pero nadie sabe mejor que yo
de la humedad de un fantasma.

Yo sé que los fantasmas lloran
las lágrimas se les meten por la piel
y se les apaga el corazón.

El fantasma da vuelta a la esquina
yo vuelvo a buscarme el pulso
pero la lluvia lo apagó.
VII
(yo fumo)


Bocanada
tras bocanada
inhalo, exhalo
soy humo.

Miro el humo, me detengo en él:
su sombra reptando paredes,
su reflejo en los cristales,
y me sorprende que él,
el humo, sí sea el mismo.

Quiero decir,
yo miro el espejo
y siempre hay uno distinto
y distinto a mí.


¿Por qué que no ha aprendido a mentir
bien del todo el mercurio?



Su mentira es tan patética:

Yo miro en el espejo
un hombre con ojos verdes
y me pregunto
qué se sentirá tenerlos así
verdes una vez al menos
y dejar de verlo todo
tan
tan
pero tan gris

como el humo del cigarro.
VIII
(yo abandono)




Y he sido en tanta gente,
tanta gente que me gusta
y que me oprime el corazón:
con la mano trémula,
con los dedos salvajes,
con las sustancia venenosa que pulsa en lo bello,
con la violencia del amor.

Sólo beso
porque no me gusta decir hola.
Yo abandono, me voy
me voy,
me voy.
Dejar a la persona que se ama
o que casi se ama.
Abandonar a la gente que se es
o que casi se es,
es la manera más próxima
o casi la más próxima
de sí abandonarse
y abandonarse

a sí.
IX
(yo desvarío)

Imagino o recuerdo
no lo sé,
unos labios amantes
que yo amaba.

A veces siento sobre mí
un vientre, palpitante
caliente
y una voz en mi oído
diciéndome la dulce mentira del amor.

Yo recuerdo o alucino esas cosas
me es imposible saberlo,
y algo se me parte en el pecho mientras tanto.

No hay nada tan dañino como lo hermoso
y la belleza, por lo demás,
enloquece al hombre.

Pero yo estoy tranquilo
me tranquiliza pensar que
nada de tus ojos ha pasado.
Descubro que nada de esto ha pasado
nada como tú y yo
o mejor dicho
nada,
como
yo
en
ti.
X
(yo deseo)


No un cuerpo,
o al menos no el tuyo
ni otro que yo conozca,
ni otro desconocido.

No, no hay realidad
ni gente
que lleve al sueño mío,
ni café, ni cigarro,
ni herida, ni libro.

Mi deseo engaña
y con eso no hace mal a nadie
y yo,
supongo que está bien
mi deseo araña
y con eso sólo me hace daño a mí mismo
y yo,
supongo que sigue bien.


Yo no deseo un episodio de nieve
que me arranque un rato el alma,
ni más amor, ni más droga.
Me urge renacer
Aunque fuese artificialmente.
(resurrecto in vitro)
Yo deseo que cualquiera de estas mañanas
bajases Dios del cielo
y me quites el veneno de la voz,
el filo de la palabra
(no más amor, no más droga)

O si eso de resolver mi palabra
ya es por demás...
Baja todavía Dios
y arráncame
a besos
la boca.
XI
(yo beso)


Cultivo espejismos
dejo la puerta del alma entreabierta
y van por ella
paseando soledades
de un sitio a otro como trenes heridos
con andenes sin finales
con heridas sin finales
con finales repetidos.

Cruzo los dedos y cruzo la calle
aceras que paso
con pisos marchitos,
flores de plástico,
cristal por rocío.
Inhalo el placard,
aspiro marquesinas,
música, ruidos.

Hace un mes me cortaron el teléfono
por exceso de olvido.

No, ya sé que no sobreviví
a la silueta tuya,
a la espera en los telégrafos,
a tu palabra clavada al corazón
como un vidrio.
No, a tu boca hielo,
a tu boca naufragio,
a tu boca relámpago;
yo no he sobrevivido.

Yo beso y a la vez espero
espero como la nada enamorada,
como los labios de los muertos
que están todo el tiempo
besando al vacío.
XII
(yo leo)

Me enveneno
de la vida y muerte de los otros
como un vampiro confundido
e insaciable
que se prende al cuello
de los alacranes.

Yo corto las flores venenosas.
Yo leo:
para hacer
como que no leo,
como que no beso,
como que no desvarío,
como que no abandono,
como que no fumo,
como que no salgo,
como que no ando,
como que no me levanto,
como que no estoy,
como que no soy.
Yo leo, para dejar de hacer
como que hago.
XIII

(
yo nado

.)
XIV
(yo no muero)


Ni moriré
nunca
nunca
nunca.

Me saqué los ojos
para no mirar
que tus ojos a veces me miran
¿recuerdas?
Entonces la muerte sólo
pasó
- la muerte,
que tampoco pudo mirarme a los ojos -
Yo no moriré nunca
porque ni tú ni yo,
sino otro que habitó
el cruce
de nuestras miradas



Me condena indefinidamente a ser fantasma.
XV
(yo vivo)

Lo sé
porque algo me duele en la boca
cada vez que me besan,
y algo en el corazón.

Yo preferiría, por eso,
quedarme solo, solo, solo
o mejor,
quedarme con todo este mundo sin ti,
que no hay más soledad posible.

Yo sé que vivo
porque estoy jodido
tengo hambre a veces,
a veces frío.
Igual que todos los demás
que se joden
y se aman
y se mojan
y se extinguen.


Pero el que a todos
por lo general
les vaya mal, como a mí
no lo hace mejor.

Yo vivo, estoy seguro
quizá viva en un mundo de muertos
pero vivo.

Un mundo
en el que creo que abrí los ojos un día
pero no,
yo no,
nunca he despertado.

LAS ALTAS DE LA MAÑANA 2002

2:00 am (Y Vamos Hacia Allá.)



Son las dos de la mañana,
son las dos copas encima.
Para ir hacia allá
se necesita olvidar cuatro nombres
y la dirección de una casa.

Allá donde la piel,
no descansa hasta convertirse en caricia.
En el umbral,
del labio/boca al labio/beso.
Donde el secreto,
delimita con la intimidad.

En esa tierra de nadie;
de los sentidos nublados y la ausencia al rojo vivo,
(donde la camisa blanca
tiene por bandera la mancha de lápiz labial.)
Y las estrellas tan encendidas que arden el cielo,
y los recuerdos, como mensajes de botellas naufragas,
vagan en el alma, para tocar el silencio:
para ponerte la mascara de la que amé.
para que uses mis palabras como lijas en el cuerpo
hasta atenuar la marca del hombre que sí amas.

Y eso a ambos nos da igual:
porque nos hemos acostumbrado
a llenar con aire el vacío de nuestras vidas,
porque el corazón perdona fácil cualquier herida
cuando no se tiene un dueño.
Porque si queremos
el silencio nos hará invisibles;
hasta quedarnos dormidos,
hasta que la piel se nos torne idéntica a la sabana,
hasta hacer como si no existiésemos,

así y así y así hasta hartarnos de olvidar.






A - Balada Madrugada.



Para dar muerte a un hombre ... la madrugada.

para resucitar a un muerto ... la madrugada.

para cortar una flor ... la madrugada.

para nunca darla ... la madrugada.

para olvidarse de Dios ... la madrugada.

para que Dios nos olvide ... la madrugada.

para que nos queme el día ... la madrugada.

para hacer y sanar heridas ... la madrugada.

para andar sin huella ... la madrugada.

para visitar a la casada ... la madrugada.

para el brillo del ojo como gato ... la madrugada.

para buscar hogar ... la madrugada.

para no morirse nunca a pesar del daño


... la madrugada.



Pregunta: al asesino, al vuduista, al jardinero, al enamorado, al sacerdote, al ateo, a la frígida, al fracasado, al exiliado, al marido, al niño, al vagabundo a qué horas rezan y a qué horas salen por el pan...






Alma Casual Y Corazón Sport.


El claxon de los automóviles me atraviesa el cuerpo,
con el corazón de aluminio,
con el alma de cristal.

Soy transparente entre el tumulto,
un foco más en la marquesina,
con el alma de metal
y el corazón de concreto.

Camino, paso edificios que llegan tan alto, tan alto
que tendrías que mirar hacia abajo si quisieras ver para el cielo,
en mi ciudad de Mc Donald´s, Florida & Tower y Cinemark
tenemos corazón de fluoruro
y almas que vienen en presentación light.
Yo me detengo a buscarte en uno de esos panorámicos
en los que nunca he estado, a ver si ahí estás.

Mi alma casual.
Mi corazón sport,
Aquí todos los días sale el sol,
y Adal Ramones todos los martes,

Pero yo cruzo iglesias y parques
los urbanos y los mercados:
En una ciudad así
de vidas rotas y ventanas intactas,
de niños durmiendo en las calles,
tenemos el alma de envase
y el corazón de slogan:
Por ejemplo
sólo yo sé; que tú has sido
y que ya no hay nadie en el mundo
que todavía este tratando de olvidarme.






Antes de Dormir.



Antes de dormir:
me cuido bien de ponerme el brazo sobre la frente,
no sea que se me escapen los sueños
y salgan a la calle a cortar algunos cuellos
y a besar algunos otros.

Un segundo antes de cerrar bien los ojos:
me arde la memoria y la caricia ausente,
me pongo a pensar en las dos mujeres
que casi siempre tiene el día de un hombre solo:
la que abrió las heridas
la que la que las cura.

Medio segundo antes de cerrar los ojos:
la doy las buenas noches al vacío,
(o a quien sea que ocupe el sitio del vacío
en la sábana.)
Sin remordimientos, sin explicaciones
porque sé, y esto cualquiera lo sabe,
que no hay nada
que haga de ese instante
un instante íntimo.





Cuando Seas el Amor.



Yo soy el veneno.
Y a pesar de que lo dije
tú lo desconoces.

Me miras palpitante desde el precipicio aquel,
reciente testigo de relámpagos
de cuando las venas y los nervios
se confunden y deshacen en nudos y sentidos,
y sus precipitaciones permanecen latiendo en la sangre,
hasta que algo se nos atora en el corazón
y preferimos dormir.

Yo soy el veneno.
Y aunque lo sepas no lo sabes.
me miras como si te quisiera
si te clavo como dos lanzas los ojos
de cuando hago como que quiero.
Como si yo mismo no fuera
el secreto guardado estrictamente para mí
de que a veces puedo amar.

Yo soy el veneno.
Y que lo diga o lo esconda no hace diferencia.
algún día después de todo, pero más importante aún:
antes de todo,
Te daré un beso para no decirte adiós,
y entonces tú comprenderás
(como algún día todos comprendemos)
que cualquier beso, si es del corazón,
es también de despedida.

Y luego te habré enseñado a amar.

Yo o cualquiera, de veras que los nombres
son lo único que no le importan al amor.

Y a partir de ese punto:
conocerás el pánico de encontrar
las marcas de la piel de alguien en tus labios,
sentirás miedo de las viejas fotografías
y sabrás qué se siente pisar
sobra una de las huellas que deja el vacío
a través del amor.

Finalmente
tendrás miedo de pensarlo
pero al menos una idea,
de que piedra y corazón son sinónimos.
Y tratarás. inútilmente, de convencer a alguien
de que eres el veneno ...

... cuando seas el amor.




Casa Madrugada



Sería falso decir que a estas horas todos somos iguales,
porque más que iguales, todos somos el mismo
quizá por eso nadie lleve un nombre
cuando entra en casa de la madrugada,
quizá sólo existan algunas diferencias aparentes:

Los poetas tienen el corazón de papel.
Las prostitutas los ojos verdes.
Y de 12 a 7 los relojes de los abogados paran.

Y ninguna mujer lleva consigo un encendedor
por lo que piden fuego para encender el cigarro
y fuego también para encender la alcoba en llamas.

En algún lugar del aire de 3:00 am, fue escrito:

“Nadie ha de quemarse solo,
nadie ha de dormir solo,
nadie ha sido puesto en tu noche
para que dejes que se vaya.”

Y todas las madrugadas son tristes
y su tristeza se puede palpar en el viento
como si fuera hecha de ladrillos.
Entonces los proscritos del amor
salimos a los bares, a los parques, a los callejones
porque sólo nosotros sabemos que en realidad son funerarias
donde acostumbramos llorar nuestros muertos:
que siguen vivos, pero que ya no están,
o que si están se van mañana.

Todos estábamos huérfanos del corazón,
sin suerte, sin piel, sin casa.
Y un corazón así
puede galopar como un río por encima de todos los cuerpos,
puede romper todos los nombres,
un corazón así no puede ser una tempestad ...
... a la que pueda seguir la calma.

(a estas horas nadie quiere ser dueño de nadie,
ni nadie, tampoco, quiere dejarse adueñar)
A pesar del bien y el daño, un corazón huérfano;
nunca pero nunca, deja marcas.

Y tal vez me encuentre contigo
que a las dos de la tarde de algún martes
me habrías gustado para enamorarme de veras.
Y tal vez encuentre en ti un techo tibio y una cama,
pero antes de dormir, la diferencia sustancial
entre tus cuentos y los de mamá,
es que en los cuentos que tu cuentas
la oveja siempre se como al lobo.

La oveja siempre es la culpable
siempre hasta demostrar lo contrario,
en la casa madrugada.





Favor de No Fumar.


Qué puedo decirle yo a la vida:
si caliento en la mañana el café por mero trámite,
si prefiero no comer que no fumar
(no es que las penas con marlboro sean menos,
pero ya en el cenicero;
uno no sabe ni que pena es la que pena)
si no hay beso en la noche, ni siquiera de última cena.
Con la sangre azul en las venas
más fría que un “te amo” para firmar un correo.

Qué le puedo decir yo a la existencia:
si la mujer de mi vida en unos meses se casa,
y yo que, nunca me quise casar.
Si a mis 20 años pareciera que tengo 3
metros bajo tierra
si de mi huerto ni yo pude cortar una flor.

Qué puedo decir yo del amor:
si mi corazón ha herido más destinos
de lo que el destino ha herido mi corazón.

Tal vez lo mejor sería hacer como si no pasase nada,
así como hizo Violeta Parra
y darle gracias a la vida quién sabe de qué.
Pero creo que en mi caso lo mejor sería
disculparme e irme o quedarme y disculparme.
En todo caso lo mejor sería pedir perdón,
Perdón, córrame si le parece pero no apago el cigarro
aunque aquí se prohíba fumar.
perdón pero sin embargo se mueve,
se mueve y sin embargo,
perdón, nunca me quise casar.





La Calle de las Doce.



Una mujer me dijo:
“mátame con un beso
o enamórame con una bofetada”
mientras cruzaba la calle de las doce am.

Lo hombres se lavan el corazón a la una,
a las dos se lo ensucian de nuevo
respondiendo sí a las chicas que dicen:
“Guapo: arráncame el corazón sin que me arda”

A las tres son más bien como corredores públicos
los pasillos en las casas
de las esposas con maridos aficionados al toreo.

Te echan del último bar a las cuatro
sino eres cliente distinguido,
sí se es, uno puede pedir la nueva de Sabina
o disfrutar de los encantos de las mujeres del barman.

A las cinco no hay Dios ni Diablo
van saliendo los ladrones del trabajo,
los deportistas a correr
y la casa chica, por chica, empieza a dejar de ser casa.

A la seis no se pasa, no se piensa,
se degusta como vino añejo
el sabor de lo efímero, sin remordimientos,
sin hacer distinción entre los falsos y ciertos pudores
al fin y al cabo señores,
para arrepentirse le sobran a la vida domingos de mañana.





La Madre gada.



Son las 5 menos 2 de esta mañana.
No poder dormir es una situación difícil de llevar
pero fácil de entender:
simplemente no se puede dormir,
por más vueltas que se le de a la cama.

Me levanto y toco mi cara con la piel del espejo,
tengo los ojos rojos y chiquitos como de sueño.
Veo otras cosas, el hombre sabe, casi instintivamente,
que todo puede verse y palparse con los oídos
si es de noche.

Incluso las paredes de esta casa,
que conozco desde tan poco tiempo
pero que me tienen ya tan viejo el corazón,
mantienen vivos los ecos de conversaciones
que terminaron hace años.
(por ejemplo el tercer o cuarto “te amo”
de una mujer que hace meses no me ama,
o puede ser que cualquier martes le de por resucitar
la fiesta muerta de algún viernes .)
Más allá de la euforia y el vino,
pero más allá de ella, de mí y del daño;
es este devenir de la memoria que amarra,
la broma del destino, el juego con lo sacro,
y la gotera de la regadera hace creer que cada hora
se mete a bañar el fantasma del hombre que fuimos
y que después de todo matamos.

Yo, por más que quiera dormir temprano
por más que me gustara quedarme en casa
hasta que el disfraz de bueno se me adhiriese al cuerpo;
Es esta la madrugada, que llama, toca y roba el sueño,
para reclamar a sus hijos más desamparados
y acercarlos a esa piedra helada
que le hace las veces de regazo y las veces de corazón.






Paso que Di.



Ayer anduve caminando
por las calles de la ciudad más transitadas,
que suelen ser, casi siempre,
las menos ocupadas del corazón.

Y entre las ráfagas de rostros que pasan,
de las huellas que pisaban
sobre mares de concreto,
después del paso de millones, miles y cientos
sólo quedó tu cara.

Detenida, conmovida por el tiempo,
casi congelada,
tú congelada por el frío de la calle que buscaba el viento,
yo congelado, por el cuerpo que no tengo, para calmar el frío del alma.

Pensé en seguir, sólo seguir
dejándome arrastrar por el río de concreto,
sólo que entonces supe
que dos ojos son un imán inaplazable
si entre ambos se abre, una inaplazable mirada.

Paso que di, piso que paso
al paso que pisaba:
chocando, retrocediendo,
atravesando los cuerpos que pasaban,
para llegar hasta ti.
Para hacer en el concreto
un espacio
en el que cupieran sensibilidades y sentidos
que permitieran poner un dedo en tu boca
y el otro en la llaga un segundo antes del beso,
sólo para escribir en algún poema de la calle
que un segundo después te besaba.

Yo sonreí, sonreíste
y me dejé llevar por el mar de concreto,
con la certeza de que si con suerte,
no nos volvíamos a ver,
esos tres segundos nunca dejarían de ser idénticos al amor.







Yo Como Todos.



Para qué llamarte amor, amor
si como todas tienes nombre.

Y yo tampoco soy muy distinto a los demás:
ni piedra, ni río, ni hombre,
sino sólo lo contrario;
una astilla en el ojo, una suma sin partes.
Un corazón que se esconde.

No hay más, yo soy el mismo repetido,
con una cara distinta, tal vez,
para no despertar tu miedo repetido
a las gentes que se van.

Yo también prometeré quedarme
un día que se me envenene el corazón de amor.
Y un día que se me cure, también me iré.

Y aunque no miento si digo que han habido noches
en las que he estado a punto de enamorarme de tus labios incalculables
y de ahogarme en el dibujo de las pieles precisas.
No me dejo llevar más allá; porque si algún día,
tú y yo confundidos por ese amor que nos quedó sin nadie
(el que era cierto)
dejamos que se toque algo más que los cuerpos,
algo como las almas, o peor aún, como las heridas
créeme que ya no nos podríamos olvidar, y pregunto, ¿para qué?

Y para que llamarme amor, amor
si como todos tengo un nombre.

Sunday, November 16, 2008

La Mesita de Noche 2008

Esta tarde sin afeitar
pilas de cuché corroen el espejo
y calcetines a medio teñir se asoman tímidos
desde tazas de café dejadas al buen amparo del olvido, por, sabrá Dios, cuánto tiempo.

¿Es que he venido a ser desechable?
¿Es que he venido a ser estéril?
¿Es que he venido a ser-o?

Este corazón está montado en el cuello de cisne de alguna botica.

Y hoy no hay por quien esperar,
ni calles que aprendieron mis pasos
mientras derramaba pétalos de regreso a casa.

Esto iba a ser ciertamente distinto,
desconozco si fue la realidad, la lógica o el sueño,
lo desperfecto,
pero en algún momento perdí.

Una sábana arrugada,
una llamada perdida,
una caja de kleenex
todo eso
no iba a ser el amor.

Huésped 2008

De pluma de buitres es mi abrigo,
mi abrazo,
tres agujeros en el bolsillo del pantalón,
lazo de doble nudo en la garganta
y un beso tuyo en la horma del zapato.

Tengo pedazos de nosotros regados por el tiempo.
Mi memoria, mi reloj, mi futuro
pulverizan tus ojos y los pedazos se riegan
salpicando el manojo de los días sidos y por ser

Tú, alimento y sarcófago
muleta, morada, mordida, estás…
En el álbum, en la agenda, en las líneas de mi mano a mano.

Con plumas de buitre escribo estas letras
(juguemos a las cicatrices
con las cartas de amor marcadas
el dos de corazones bajo la manga
y un as de espadas clavadito en el pecho)

Haz oído hablar del “Gyrodactylus”
es un parásito de los peces,
sus tentáculos pueden apreciarse saliendo por las branquias,
pero el cuerpo en realidad
permanece prensado al corazón.

Ahí tienes
una imagen -poco poética-
de este amor por ti.

Paso otra vez sin ver


sin decir

sin oir

sin ser.